5, 4, 3, 2, 1... Estoy contando los minutos que faltan para mi cita con el Dr. Es un día muy importante para mí. Espero tener buenas noticias. Ya les contaré.Ya antes habíamos hablado de quiénes eran más infieles, si los hombres o las mujeres. Yo opinaba que la balanza se sigue inclinando ligeramente del lado de los hombres, pero indudablemente (y no lo digo con orgullo) las mujeres les estamos pisando los talones.
El punto es que si el hecho es el mismo, es decir: el engaño, la traición, la violación del compromiso explícito o implícito de la exclusividad sexual y emocional, etc, ¿por qué se juzga más duramente la infidelidad de la mujer?
Desde mi punto de vista esto es injusto, ¿no creen?
Lo que ocurra al interior de la pareja tras la infidelidad de la mujer dependerá del hombre y su historia y de su madurez o inmadurez. Habrá algunos que tomen la infidelidad como un foco rojo que está indicando que algo está mal en la relación y quieran solucionarlo, y habrá quien literalmente querrá matar a su pareja. Aquí también influirán los verdaderos motivos que orillaron a la mujer a ser infiel. Quizá la relación tenga salvación o quizá lo mejor sea una separación madura.
Lo interesante es analizar hacia el exterior: indudablemente en nuestra sociedad los prejuicios que rondan la sexualidad (en particular la femenina) es más castigada que la masculina, sencillamente porque desde pequeñas se nos educa distinto que a los hombres. A la mujer se le educa para ser la mujer o madre abnegada, dedicada, incondicional, intachable, casi casi unas santas, cosa que créanme, llega a ser un peso grande que se lleva cargando sobre los hombros.
Entonces ¿qué pasa cuando no se cumple con dichas exigencias que impone la sociedad? Pues que automáticamente seremos mal vistas, señaladas, rechazadas y castigadas por la sociedad, la familia y el entorno en general...¿pero saben que es lo peor??? Que también lo seremos por NOSOTRAS MISMAS! A veces me pregunto cómo es que las mujeres queremos que nuestro género sea más respetado cuando nosotras mismas nos encargamos de despedazarnos.
En fin, mi punto el día de hoy sólo era establecer esa indiscutible diferencia que existe entre la manera de juzgar la infidelidad del hombre y la mujer, pero con ello no estoy justificando ni una ni la otra. Ambas lastiman, ambas destruyen, ambas acarrean problemas, ambas abren heridas difíciles de sanar y por lo mismo ambas tendrían ser medidas con la misma vara, ¿no creen?
Saludos a todos y que tengan un buen día!
