LA INFIDELIDAD EN EL TRABAJO

Buen día a todos aquellos que lleguen a accesar a mi blog hoy, pese a ser el día de descanso universal: Domingo.

Hoy abordaré el tema de “Qué tanto influye el trabajo y el tiempo que pasamos ahí con una posible infidelidad”.
Estarán de acuerdo conmigo aquellos que trabajan, que muchas veces se dice que nuestra oficina o lugar de trabajo es como nuestro segundo hogar, pero para muchos yo diría que es el primero, ya que ahí se pasa más tiempo que en la propia casa. Ya hace unos días comentaba de la importancia de que exista una conexión en la pareja a nivel físico, intelectual y espiritual, además de que tengan entre sí una excelente comunicación. Ahora cuestionaría, ¿qué pasa cuando se tiene carencia de alguno de estos factores tan vitales en una relación?...y sumémosle además el tiempo tan extenso que se pasa en el trabajo.

Estoy convencida de que el primer factor que debe existir para que un hombre y una mujer sientan atracción entre sí es la química. Entonces vamos a suponer que en el trabajo uno de los miembros de la pareja tiene “química” con alguien más, y además para acabar de rematarle cuando comienzan a tratarse más a fondo descubren que tienen una conexión a nivel intelectual increíble, y vamos a suponer también que encima de todo comparten intereses y tienen los mismos gustos en común! … ALERTA!!! PELIGRO LATENTE!!! Porque a esto debemos agregar que “estos compañeros de trabajo” comparten el mismo espacio por un mínimo de 8 horas…y conste que dije MINIMO.

Al inicio del caso puse el escenario de que en la pareja falta algún elemento de conexión, pero ahora pienso que incluso teniendo una aparentemente buena relación, esto de la situación en el trabajo es un peligro POTENCIAL para el inicio de una infidelidad. ¿Por qué? Porque con esa persona posiblemente (y aún sin querer) se comience a formar un vínculo muy íntimo, ya que será con quien se conviva más en el día a día, con quien probablemente se coma todos los días o gran parte de la semana, con quien se compartan las anécdotas y problemáticas de su entorno laboral y donde además ambos sabrán perfectamente de quién y de qué se está hablando…y entonces, cuando menos se den cuenta…zas! ya están más enredados que una madeja de estambre!

Qué difícil situación, no? Pienso que en la vida inevitablemente (por naturaleza humana) se presentarán ocasiones donde sintamos atracción por alguien más además de nuestra pareja. Entonces, ¿qué es lo que se debe hacer en estos casos? ¿Salir corriendo desde un inicio sería la mejor solución???.... Yo creo que sí! Creo que lo más sensato sería poner una barrera desde el inicio. ¿Para qué nos hacemos tontos?, ¿Para qué dejar la puerta abierta a la tentación? De lo contrario, pese a que se crea que se tiene la situación bajo control…muchas veces no es así y cuando menos uno se lo espera la situación nos rebasa. ¿Para qué correr el riesgo?
Ya ven lo que dice aquel viejo y conocido refrán: El que con fuego juega…acaba chamuscándose!!!
¿Les suena conocida la historia?
Cuéntenme y opinen.

Tengan un relajado domingo.

Alejandra